Para comprender la palabra “hebreo”, es decir ivri, debemos comenzar a traducirla. Los nombres en la Biblia, vistos superficialmente, no son traducibles, pero quien conoce la lengua sabe, por supuesto, que sí lo son. El nombre éber significa, como lo hemos dicho ya, del otro lado, de la otra orilla. Entendemos ahora por qué ese nombre juega un papel tan importante. Porque del otro lado, de la otra orilla, significa que se trata de un ser humano o, mejor dicho, de una cualidad del ser humano, que viene del más allá, que se diferencia del lado que consideramos “normal”, del lado de aquí. Ese lado del más allá es otro mundo, pero pertenece al ser humano.