La Palabra Oculta en el Evangelio de Marcos

La Palabra Oculta en el Evangelio de Marcos

El Profeta Elías precede en la Biblia hebrea, Juan el Bautista en la Biblia cristiana. El que precede dice: vida eterna, país prometido, resurrección de los muertos, la comunidad de todos los buscadores en la salvación. Y ese buen mensaje es para todo el mundo sin distinción. Todos estamos creados a imagen y semejanza de Dios. Cada uno tiene su relación particular con Dios y la buena nueva es para todos.

 

Si las dos Biblias hablan de la salvación, significa que su posibilidad está en el mundo, porque está en la fuente. Que siempre ha estado, no ha comenzado en algún momento a estar. Siempre ha estado, desde antes de la creación del mundo. Viviendo en la eternidad, vive en el agua de la fuente que sale de la eternidad. La fuente contiene todo y todo se presenta en el fluir del tiempo.

 

Tanto en el Tanaj como en la Biblia cristiana, la salvación está cumplida. Aquí en el mundo no es así o podría ser así, depende de la persona. Si la salvación es un hecho que conoces en tu origen, entonces está, en potencia, también en el tiempo de tu vida. Puedes entablar una relación con ella, pero también puedes rechazarla. Es la libertad del ser humano.

 

Todo lo malo en el ser humano quedará eliminado si el amor irrumpe y rompe lo establecido por la ley. Lo malo es seguir la ley. Pero el amor es inmenso. El amor es la nueva dimensión, la nueva relación. Es el pacto nuevo en ti. Pero recuerda que ese pacto nuevo es tan antiguo como el mundo. No me refiero a la Biblia hebrea como el pacto antiguo y la Biblia cristiana como el pacto nuevo. Sería colocar lo santo y lo eterno en el tiempo, es decir, profanarlo. El pacto de amor está en las dos Biblias. Porque la salvación es inherente a las dos.